Que el Señor te acompañe siempre:
Que tus PIES,
Te lleven por el camino más largo hacia la felicidad,
porque la felicidad son sólo puntos en la línea de tú vida,
y el recordarlos es volver a vivirlos.
Que tus OJOS,
Reconozcan la diferencia entre un colibrí y su vuelo que lo sostiene.
aunque se detenga, seguirá siendo un colibrí,
y es conveniente que lo sepas,
para que no confundas el sol con la luz,
ni el cielo con la voz que te llama.
Que tus MANOS,
Se tiendan generosas en el dar
y agradecidas en el recibir,
y el gesto más frecuente,
sean honestas caricias,
para confortar a los que te rodean.
Que tus OÍDOS,
Sea tan fieles a la hora de reprochar,
cómo deben serlo, a la hora de halagar,
para que puedas tener equilibrio
a la hora de amar.
Que tus RODILLAS,
Te sostengan con firmeza, en tus sueños
y que se flexionen a la hora de rezar,
para que la dicha llene tu corazón
a la hora de que llegue tu descanso.
Que tu ESPALDA,
Se yergue con orgullo tu belleza
para que veas el verdadero camino
que te guiara por el sendero del amor
el cuál será la felicidad de tu alma.
Que tu BOCA,
Refleje la sonrisa que hay en tu interior,
para que sea la ventana de tu alma
y no a la triste de un engaño
de palabras huecas, llenas de dolor.
Que tu LENGUA
Perciba el sabor
de ese dulce, que es el amor.
la mía se entrelaza con la tuya,
saboreando el acto, de nuestro placer.
Que tu PIEL
Sea el eterno pergamino,
fiel guardián del amor
pues en él está escrito
los secretos de toda nuestra pasión
Que tu CABELLO
Le de abrigo a tus ideas,
tus sueños se deslicen por los rizos
para que tus ideas no sean negras
y sean largas tus esperanzas.
Que tus BRAZOS
Sean la cuna de los abrazos
una extensión de esperanza
un saludo de amor
y no una camisa de fuerza.
Que tu CORAZÓN
Tome con certeza una decisión
decisión sabia y justa para los dos
y de no ser así…
siempre te recordare con devoción.
Sabes que siempre, donde quiera que estés
elevare una oración para ti.
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