El BDSM también puede ser un camino Tántrico

 

La realidad no tiene nada que ver, la verdad de la mayoría nunca es la verdad como decía Gandhi. Como siempre la ignorancia, la soberbia, el autoengaño imperan por doquier y mas cuando tenemos esa imagen infantil del amor lleno de princesas, hadas y fantasías del new Age. Una idea que solo existe en nuestra mente pues la realidad, la transformamos gracias a nuestra ignorancia, en rutina hipotecas, deudas, gritos, llantos, controles, celos… y sobre todo codependencias. Vivir esa vida si es masoquismo. Efectivamente, los prejuicios infantiles de príncipes y princesas que existen en nuestra mente desde la más tierna infancia bien consolidados como si de arquetipos jínglanos se trataran hace más daño del que creemos, más si vienen adornados con fantasías pseudoespirituales del new Age. Los maestros cansados están de repetir que no tenemos mas de 13 años mentales, y debido a ello nos aferramos a una serie de conceptos de amor que no entendemos o que simplemente son simples tonteras fonéticas, es decir, que como suenan bonito nos aferramos a ellas con más ganas.

El resultado de todo ello es simplemente una codependencia perfectamente incrustada e inconscientemente vivida. Miedos por doquier: al abandono, al rechazo, al poder, a la soledad, a la muerte… y el peor de todos: “darnos cuenta que nuestras creencias son falsas”. Y en nuestra ignorancia, a todo ese estuche de monerías inconscientes le llamamos amor. Bien es sabido que si a los niños los padres no les dicen las cosas claramente éstos no podrán tener los juguetes recogidos, etc. Si los padres no están educados no solo no habrá límites, sino que habrá imposiciones, gritos, guerra, estrés, invasiones de espacio y tiempo de padres a hijos y viceversa, y los niños crecerán sin un modelo, sin una referencia, sin ninguna inspiración. Por eso, al llegar a la adolescencia no sólo tomarán como referencia la tribu urbana a la que pertenezcan, sino que los padres serán ignorados. Es el precio justo a pagar de unos padres que no inspiran, sino que quieren que se les obedezca porque sí. En le BDSM el sumiso o la sumisa nunca obedecen porque sí, sino porque su amo es su fuente de inspiración.

¡Qué hay de malo en poner unas reglas, se explica una vez, se explica qué sucede si se incumple y se deja por escrito a modo de contrato? Las cosas “porque si” o “por que yo lo digo” no son una explicación, eso no inspira. No sólo no hay nada de malo en los contratos, sino que la tranquilidad llega a la casa. La psicología del consumidor, por su parte, nos enseña que los consumidores son impulsivos a la hora de comprar, piensan poco, razonan menos aún, se compra por capricho o por llenar vacíos emocionales. Nos dicen los psicólogos que el consumidor puede llegar a pagar para que otros tomen una decisión por ellos. Existen por doquier encuestas, comparativas entre productos, que nos “ayudan” a tomar una decisión, aunque subliminalmente ya sabemos qué comprar. La decisión está ya tomada. Da igual qué se elija, comprar sin necesitar pues en la mayoría de los casos ya está decidido.

La raíz de Qué hay de malo en poner unas reglas, se explica una vez, se explica qué sucede si se incumple y se deja por escrito a modo de contrato? Las cosas “porque si” o “por que yo lo digo” no son una explicación, eso no inspira. No sólo no hay nada de malo en los contratos, sino que la tranquilidad llega a la casa. La psicología del consumidor, por su parte, nos enseña que los consumidores son impulsivos a la hora de comprar, piensan poco, razonan menos aún, se compra por capricho o por llenar vacíos emocionales. Nos dicen los psicólogos que el consumidor puede llegar a pagar para que otros tomen una decisión por ellos. Existen por doquier encuestas, comparativas entre productos, que nos “ayudan” a tomar una decisión, aunque subliminalmente ya sabemos qué comprar. La decisión está ya tomada. Da igual qué se elija, comprar sin necesitar pues en la mayoría de los casos ya está decidido.

e estos problemas, y muchos otros, se encuentra en el desequilibrio del chakra muladhara. Es el primero de los 7 chakras, el chakra raíz donde reside Kundalini. El chakra que gestiona las emociones del poder, el sexo, el dinero y el instinto de supervivencia. Es ahí, donde el BDSM puede ayudarnos, puede enseñarnos a respetar limites, espacios y tiempos con sus contratos, y enriquecer nuestra vida a través de sus juegos, somos valientes a sentir nuevas emociones. Aunque el dolor y el placer son dos caras de la misma moneda que llevan al orgasmo, existen muchas otras emociones que deberíamos explorar. Cada una de ellas nos lleva un poco más adentro de nosotros.

 

Lo importante no es lo que afuera se hace, sino el viaje interior. La humillación suele ser la mejor terapia para el ego soberbio, ese que aparenta felicidad a raudales pero que esconde miles de miedos. Aquel que no se atreve a sentir el shock y la vergüenza, necesarias para sanar codependencias. Como dicen los textos tántricos antiguos: “el sexo no es la meta sino el camino, sumérgete en la lujuria y transformarla en amor, aquello que crees que libera en realidad esclaviza y lo que esclaviza, libera”. O como dicen los textos de Yoga: “con el cuerpo, pero sin el cuerpo”.

No juzgues si nunca te has atrevido a sentir lo que llevas en tu interior.

 

De Swami KurmaRajadasa 323 lecturas BDSM (21/10/2020)

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